La rivalidad entre Dominik Mysterio y Penta ha escalado a un nuevo nivel, y ahora el Campeón Intercontinental ha puesto sobre la mesa una de las estipulaciones más emblemáticas de la lucha libre: máscara contra cabellera.
A través de un video difundido en las redes sociales de Netflix, Mysterio lanzó un reto directo y sin censura al luchador mexicano: “Hola Penta, muy bravo cabrón. Ahora pon tu máscara contra mi cabellera, órale put…, a ver si muy cabrón ahora sí”, declaró, encendiendo las redes y alimentando la expectación de los fanáticos.
Desde la llegada de Penta —el luchador del “Zero Miedo”— a la escena norteamericana, los enfrentamientos con Mysterio han sido constantes, tanto dentro como fuera del ring. La tensión entre ambos comenzó cuando Dominik intentó reclutarlo para Judgement Day, su facción, propuesta que fue rechazada violentamente por el enmascarado, quien atacó a todo el equipo durante una edición de Monday Night Raw.
Este conflicto ha crecido lucha tras lucha. Primero se vieron las caras en un mano a mano en Raw, luego en una lucha de cuatro esquinas en WrestleMania por el título Intercontinental junto a Bron Breakker y Finn Bálor. El capítulo más reciente se escribió el pasado 21 de abril en el Raw after WrestleMania, donde Dominik retuvo su campeonato en una lucha individual contra Penta.
La estipulación propuesta por Mysterio —máscara vs cabellera— es una tradición profundamente arraigada en la lucha libre mexicana, pero rara vez vista en territorio estadounidense. La máscara de Penta representa su identidad, su legado y sus raíces; mientras que la cabellera de Dominik tiene un simbolismo fuerte en la narrativa luchística: perderla implica una humillación pública.
Aún no hay confirmación oficial del combate ni de su posible sede, pero el reto está lanzado y la mesa está puesta para un duelo que podría marcar un antes y un después en la historia reciente del entretenimiento deportivo.
¿Responderá Penta al desafío? La afición ya espera con ansias el siguiente capítulo de esta intensa rivalidad.
