Más de tres décadas después del estreno de Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York, su director, Chris Columbus, ha confesado públicamente su incomodidad con una de las escenas más comentadas de la cinta: la breve aparición de Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos.
En una entrevista reciente con el San Francisco Chronicle, Columbus no dudó en expresar su pesar por haber incluido al entonces magnate inmobiliario en el filme. “No puedo con ello”, declaró el cineasta, quien incluso dijo que desearía recortar la escena si las circunstancias lo permitieran.
La breve participación de Trump —unos siete segundos en pantalla— ocurre cuando el joven protagonista Kevin McCallister (Macaulay Culkin) pregunta por el vestíbulo en el Hotel Plaza de Nueva York, propiedad de Trump en aquel entonces. El cameo fue, según el propio Columbus, una condición impuesta por el empresario para permitir que la producción grabara en sus instalaciones.
“Si lo corto, probablemente me expulsen del país”, bromeó el director, de origen italoestadounidense, aludiendo al clima político actual. “Se me considerará prácticamente incapaz de vivir en Estados Unidos, así que tendré que volver a Italia o algo así”.
El momento ha sido objeto de debates y reinterpretaciones con el paso de los años, especialmente desde que Trump inició su carrera política. En 2020, Columbus reveló que Trump exigió aparecer en la película como parte del acuerdo para filmar en el hotel, algo que el expresidente desmintió en 2023, asegurando que el director “le rogó” para hacerlo.
La película, secuela del éxito de 1990 Mi pobre angelito, se convirtió en un clásico navideño y un fenómeno taquillero, con escenas que marcaron a toda una generación. Sin embargo, para su creador, uno de esos momentos hoy representa un motivo de arrepentimiento.
Mientras tanto, la famosa escena sigue siendo parte de la versión oficial de la cinta, aunque algunas plataformas de streaming han optado en el pasado por eliminarla, generando polémica entre los espectadores.
