Un grupo de astrónomos ha logrado adentrarse en el núcleo de la galaxia Messier 82 (M82) y ha obtenido una comprensión más profunda de su capacidad para generar nuevas estrellas, a una velocidad diez veces superior a la de nuestra Vía Láctea, gracias a la excepcional resolución del telescopio espacial James Webb.
Situada en la constelación de la Osa Mayor a unos 12 millones de años luz de distancia, la galaxia de “alta velocidad” Messier 82 ha sido objeto de estudio para caracterizar su actividad extrema mediante las capacidades infrarrojas del telescopio Webb, una colaboración entre la ESA y la NASA.
Dirigiendo el instrumento NIRCam (Near-Infrared Camera) del Webb hacia el centro de M82, la investigadora de Física Teórica y del Cosmos de la Universidad de Granada, Mónica Relaño Pastor, ha logrado observar en detalle las condiciones físicas que propician la formación de nuevas estrellas.
La formación estelar ha sido un fenómeno envuelto en misterio debido a la presencia de cortinas de polvo y gas que obstaculizan su observación, pero el instrumento infrarrojo del James Webb ha superado estas dificultades.
Las imágenes obtenidas por la NIRCam revelan un nivel de detalle sin precedentes, mostrando filamentos de polvo que atraviesan el núcleo brillante de M82, donde tiene lugar la formación estelar.
Estas observaciones detalladas han permitido identificar chorros gaseosos que forman parte de un viento galáctico emanado del núcleo, donde se produce el brote de formación estelar.
Uno de los objetivos principales de este equipo de investigación ha sido comprender cómo este viento galáctico, generado por la rápida tasa de formación estelar y las subsiguientes supernovas, afecta a la galaxia en su conjunto.
El instrumento NIRCam ha revelado que la clave reside en la estructura de este viento galáctico, compuesto por moléculas químicas conocidas como hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH), que sobreviven en temperaturas frías pero se desintegran en condiciones ambientales más cálidas.
Estas observaciones en el infrarrojo cercano plantean nuevas preguntas sobre la formación de estrellas, las cuales los científicos esperan responder con datos adicionales recopilados en esta investigación.
