Ayer, tuvo lugar un evento sin precedentes en la frontera entre Estados Unidos y México, donde aproximadamente 4,000 inmigrantes cruzaron ilegalmente hacia Eagle Pass, Texas. Esta situación llevó a la ciudad a declarar el estado de emergencia.
El alcalde Rolando Salinas informó al New York Post que el día anterior, alrededor de 2,500 personas habían cruzado ilegalmente la frontera hacia la ciudad, sumándose a las 7,200 detenidas previamente. Este incidente representa la mayor oleada de inmigrantes desde que hace casi dos años, 15,000 inmigrantes haitianos acamparon bajo un puente en la cercana ciudad de Del Río, Texas, desencadenando una grave crisis humanitaria.
El alcalde Salinas señaló que muchos de los migrantes son originarios de Venezuela y han abrumado Mission Border Hope, el único refugio para migrantes en la ciudad fronteriza. Además, destacó que algunos de estos hombres no están dispuestos a seguir las instrucciones y están abandonando las instalaciones.
Esta situación ha dejado a la ciudad sobrepasada, ya que la gran afluencia de la última semana representa casi el 50% de la población de 29,000 habitantes, agotando los recursos locales, en particular los de la policía y los bomberos locales.
El alcalde Salinas advirtió que había recibido información de que entre 4,000 y 8,000 personas adicionales se dirigían hacia la ciudad. Previamente, el Gobernador de Texas, Greg Abbott, expresó su preocupación en la red X, alegando que el gobierno del presidente Joe Biden había retirado una alambrada de púas que habían colocado en Eagle Pass para detener los cruces ilegales.