La Corte Suprema de los Estados Unidos ha decidido rechazar el plan SAVE (Saving on a Valuable Education), un programa diseñado para ofrecer alivio en el pago de la deuda estudiantil.
Esta decisión afecta a millones de prestatarios que esperaban beneficios significativos bajo este plan, que pretendía reducir los pagos mensuales y facilitar la condonación de deuda.
La resolución de la Corte Suprema plantea incertidumbre sobre el futuro de las políticas de alivio de deuda estudiantil en el país, generando preocupación entre quienes enfrentan grandes cargas financieras debido a préstamos educativos.