Este martes, una corte de apelaciones en Atlanta, Georgia, aceptó la solicitud del fiscal especial Jack Smith para desestimar el caso por mal manejo de documentos clasificados contra el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. La decisión fue tomada por el Tribunal de Apelaciones del Undécimo Circuito, tras la petición formal del fiscal el lunes, que también buscó la desestimación de otro proceso relacionado con los intentos de Trump de interferir en los resultados de las elecciones de 2020.
En un breve comunicado, el tribunal federal confirmó que aceptaba la solicitud de Smith de retirar los cargos por la retención ilegal de documentos clasificados en Mar-a-Lago, la residencia privada y club social de Trump en Palm Beach, Florida. No obstante, la resolución no afecta a los otros dos acusados en este caso: Waltine Nauta, asistente personal de Trump, y Carlos de Oliveira, administrador de la propiedad, quienes siguen enfrentando cargos relacionados con la manipulación de documentos confidenciales.
La acusación original en contra de Trump fue presentada por el equipo de Smith, quien alegó que el expresidente había retenido ilegalmente documentos clasificados tras dejar la Casa Blanca en 2021 y que había intentado obstruir la justicia al negarse a entregarlos. El fiscal especial, sin embargo, argumentó en su petición de desestimación que la normativa del Departamento de Justicia (DOJ) le impedía procesar a un presidente electo mientras estuviera en funciones, citando la victoria de Trump en las elecciones de noviembre de 2024.
Esta decisión judicial se produce solo un día después de que una jueza federal en Washington D.C., Tanya Chutkan, cerrara otro caso relacionado con el intento de Trump de influir en los resultados de las elecciones de 2020 y su implicación en los disturbios del Capitolio de enero de 2021.
Ambas resoluciones se suman a una serie de victorias legales para Trump, quien había enfrentado múltiples cargos penales en los últimos meses. La Corte Suprema, de mayoría conservadora, también había dictado previamente en julio que los expresidentes gozan de una amplia inmunidad judicial, lo que complicó aún más los intentos de procesar a Trump.
Al conocer la desestimación del caso, Trump celebró lo que describió como una “victoria” ante lo que calificó de una “persecución política”. “Fue un secuestro político y que algo así pudiera haber sucedido fue un punto bajo en la historia de nuestro país. Sin embargo, perseveré y, contra todo pronóstico, GANÉ”, declaró el republicano en un mensaje difundido el lunes.
Trump, quien ya ha prometido en varias ocasiones que, en caso de regresar a la Casa Blanca, destituiría a Jack Smith y ordenaría el cierre de las investigaciones en su contra, continúa siendo una figura central en la política estadounidense, mientras se enfrenta a otros procesos legales relacionados con su mandato y actividades posteriores a su salida de la presidencia.
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