El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump (2017-2021), enfrentará un juicio por supuestos pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels a partir del 25 de marzo, según lo confirmado por un juez en Nueva York el pasado jueves. Este caso marca un hito histórico, siendo la primera vez que un ex jefe de Estado es procesado penalmente en el país.
El juez Juan Merchan anunció su decisión en presencia de Trump, quien acudió al tribunal de Manhattan ese día con su equipo legal en un intento por desechar los cargos, solicitud que le fue denegada.
El juicio, que comenzará con la selección del jurado, se estima que dure alrededor de seis semanas, según lo estimado por el propio Merchan.
El magistrado explicó a la defensa de Trump que ha estado en contacto con la jueza Tanya Chutkan, encargada de otro caso en Washington D.C. que acusa al ex presidente de interferencia electoral, para coordinar las fechas de ambos juicios y evitar conflictos.
Sin embargo, el proceso en Washington está en pausa debido a una apelación presentada por la defensa de Trump, argumentando que afecta a la campaña electoral en la que Trump es un fuerte candidato.
Vestido con su característico traje azul y corbata roja, Trump habló ante la prensa antes de entrar a la sala, afirmando que el juez Merchan ya había tomado su decisión y lo atribuyó a influencias políticas demócratas.
Trump, quien lidera las encuestas para la candidatura republicana en las elecciones presidenciales de noviembre, declaró que quería exponer la “corrupción” del caso ante la prensa, ya que nadie más lo hará.
Trump enfrenta 34 cargos relacionados con los $130,000 pagados a Daniels durante la campaña presidencial de 2016 para ocultar un encuentro amoroso que tuvo con ella diez años antes. Este pago fue ocultado con la ayuda de su abogado, Michael Cohen.
Además, Trump enfrenta otros desafíos legales, incluyendo una posible sentencia en un caso civil contra la Organización Trump, que podría resultar en la prohibición de operar en el sector inmobiliario del estado. También enfrenta cargos federales en Florida por manejo inapropiado de documentos clasificados y otro caso en Georgia por intentos de cambiar resultados electorales.
Después de fijar la fecha del juicio, Merchan se enfrascó en un debate con la defensa de Trump, que intentó retrasar el juicio argumentando el calendario de primarias republicanas, mientras Trump observaba con seriedad.
Los abogados intentaron desacreditar al principal testigo, Michael Cohen, pero la acusación insistió en su participación en el proceso.
Finalmente, tanto la acusación (representada por el estado de Nueva York) como la defensa de Trump discutieron sobre las preguntas que se realizarán a los posibles miembros del jurado, incluyendo algunas relacionadas con su afiliación política, lo cual el juez consideró no apropiado, aunque se resolverá en una instancia posterior.
