Beijing frena acuerdo crucial en medio de crecientes tensiones geopolíticas con Estados Unidos
China ha detenido la venta de docenas de puertos estratégicos en todo el mundo, valorada en aproximadamente $23,000 millones de dólares, incluidos dos puertos clave ubicados en el Canal de Panamá. Este movimiento llega después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresara su preocupación sobre la creciente influencia de Pekín sobre las rutas marítimas cruciales.
El acuerdo, originalmente propuesto por el conglomerado CK Hutchison, con sede en Hong Kong y dirigido por el magnate Li Ka-shing, contemplaba la venta de 43 instalaciones portuarias en diversos puntos del planeta, incluidas ubicaciones estratégicas como el Canal de Panamá y el Canal de Suez. La operación estaba proyectada para ser firmada antes del 2 de abril de este año, pero la intervención inesperada del gobierno chino ha paralizado el proceso.
El pasado 4 de marzo, CK Hutchison anunció su intención de vender estas instalaciones por aproximadamente $22.8 mil millones, un movimiento que sorprendió a las autoridades chinas. La Administración Estatal de Regulación del Mercado de China inició una investigación por posibles violaciones a las leyes antimonopolio del país, lo que efectivamente ha detenido la transacción. Según fuentes cercanas al gobierno chino, el presidente Xi Jinping se mostró molesto por el hecho de que la venta de estos puertos en la zona del Canal de Panamá se realizara sin consultar previamente a Beijing, lo que aumentó las tensiones en torno al acuerdo.
El consorcio que lideraba la compra estaba encabezado por BlackRock, el gigante de inversiones estadounidense cuyo CEO, Larry Fink, es un conocido aliado de Trump. La transacción se había visto como un desarrollo positivo para Estados Unidos en la lucha por ejercer mayor influencia sobre las rutas marítimas clave, especialmente en una región tan crítica como el Canal de Panamá. Para la administración de Trump, este acuerdo representaba una victoria estratégica en su disputa más amplia con China por el control de activos globales.
La venta de estos puertos se había convertido en un punto sensible dentro de la relación entre Estados Unidos y China, en particular después de las preocupaciones sobre el control chino de infraestructuras clave en la región. Trump ha afirmado en varias ocasiones que China tiene un control significativo sobre el Canal de Panamá, sugiriendo incluso que el ejército chino podría tener algún tipo de control operativo sobre las instalaciones portuarias.
Este conflicto surge en un momento delicado, con las relaciones entre ambos países ya tensas debido a la guerra comercial que ha perdurado en los últimos años. En este contexto, la disputa sobre la venta de puertos en Panamá se presenta como un nuevo capítulo en la competencia por la influencia global entre estas dos potencias.
Mientras tanto, en respuesta a los desarrollos, un artículo en el periódico pro-Beijing Ta Kung Pao calificó la venta como una “traición al pueblo chino”, dejando claro el descontento de Beijing con los planes de CK Hutchison de ceder el control de estos activos estratégicos sin la aprobación del gobierno chino.
A pesar de la paralización del acuerdo, los analistas apuntan a que el gobierno chino podría usar esta cuestión como una palanca en sus conversaciones con la administración de Trump, lo que promete aumentar las tensiones en la ya compleja relación entre ambas naciones.