Ante el ritmo récord de muertes por sobredosis, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) anunció el jueves una nueva estrategia a nivel gubernamental que involucra a decenas de agencias que se enfocarán en los materiales precursores utilizados para fabricar fentanilo y otras drogas sintéticas.
Según el plan, la CBP trabajará con el servicio postal y los transportistas de envíos urgentes, transportistas aéreos y otras empresas de logística para compartir información sobre mercancías sospechosas, posibles rutas de tránsito y otros datos que puedan ayudar a frustrar la cadena de suministro de fentanilo y otras drogas sintéticas ilícitas. Entre los productos legales que pueden ser objeto de ataques se encuentran moldes y prensas para fabricar pastillas, así como productos químicos.
Los productos legales utilizados en la fabricación de fentanilo han llegado cada vez más a través de carga aérea desde Asia a aeropuertos, incluyendo el de Los Ángeles, y luego llevados a México, donde los cárteles producen la droga y la envían de regreso a Estados Unidos para ser vendida ilegalmente, detallaron funcionarios.
El proyecto piloto se lanzará en Los Ángeles, San Francisco y Portland, Oregon, y aprovechará asociaciones en todos los niveles: Estatal, municipal, tribal, territorial, fuerzas del orden, gobiernos, industrias comerciales, socios no gubernamentales y la comunidad internacional, para combatir redes vinculadas a la crisis de sobredosis más mortífera en la historia de Estados Unidos.
Troy Miller, comisionado interino de la CBP, hizo el anuncio en la frontera entre Estados Unidos y México, junto a funcionarios de la Guardia Costera de Estados Unidos, agentes de la policía del condado San Diego y otros en el cruce peatonal fronterizo más transitado del país.