Los Ángeles vivió una noche de caos y desorden tras la conquista de la Serie Mundial por los Dodgers, que celebraron su octavo título en la historia del equipo. Durante las festividades, se registraron múltiples incidentes de vandalismo, saqueos y el incendio de vehículos en el centro de la ciudad.
La Policía de Los Ángeles (LAPD) informó sobre varias detenciones realizadas en la madrugada, aunque no especificaron el número exacto. En un comunicado, las autoridades señalaron que varios negocios fueron objeto de saqueos y vandalismo en las inmediaciones del estadio de los Dodgers.
Imágenes compartidas por la policía mostraron a un grupo de personas encapuchadas rompiendo un escaparate para acceder a un comercio y llevarse mercancía. Además, al menos seis individuos fueron arrestados por infracciones menores y otros seis por robo comercial, según fuentes policiales.
En otro incidente, un autobús de la agencia de transporte público Metro fue vandalizado y apareció incendiado en la vía pública, lo que obligó a los bomberos a intervenir.
Las autoridades procedieron a desalojar áreas cercanas como Olympic Boulevard y Figueroa, citando reuniones ilegales, pero la multitud se dispersó hacia otros lugares, generando un ambiente de tensión. Durante la madrugada, aficionados lanzaron proyectiles a la policía, que respondió con balas de espuma para controlar la situación.
La celebración que debió ser una fiesta se tornó en un episodio de violencia que ha dejado preocupados a los residentes y a las autoridades locales.
FOTO CORTESÍA: RÉCORD
