La Agencia de Salud Pública de la Unión Africana ha alertado sobre la situación crítica de la mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, registrando 42,438 casos desde principios de 2024, de los cuales 8,113 han sido confirmados y se han reportado 1,100 muertes en 18 Estados miembros.
Jean Kaseya, director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África, expresó en una reciente rueda de prensa que la enfermedad “no está bajo control” y pidió medidas inmediatas para frenar el brote, que ha afectado a un número alarmante de países. “Dieciocho países es demasiado. No podemos seguir así”, subrayó Kaseya, instando a los socios internacionales a liberar los fondos necesarios para la respuesta a esta crisis sanitaria.
En la última semana, se notificaron 3,051 nuevos contagios y 50 decesos. El incremento de casos confirmados en lo que va de 2024 representa un alarmante 380% más en comparación con el total de 2023. La República Democrática del Congo se mantiene como el país más afectado, donde la campaña de vacunación comenzó el 5 de octubre, logrando vacunar a 20,897 personas hasta el 16 de octubre, incluyendo a 8,435 mujeres.
La situación ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a declarar el 13 de agosto de este año la mpox como una “emergencia de salud pública de seguridad continental”. Esta nueva variante del virus, conocida como clado Ib, ha mostrado una rápida propagación y una alta tasa de mortalidad, lo que ha despertado preocupación a nivel global, especialmente tras el primer caso identificado en Suecia en una persona que había viajado a una zona de alto riesgo en África.
La OMS ha advertido que la mpox puede ocasionar síntomas graves, que incluyen erupciones dolorosas, inflamación de los ganglios linfáticos, fiebre y otros malestares. La comunidad internacional se enfrenta a un desafío importante para controlar este brote y mitigar sus efectos en la salud pública.
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