La Casa Blanca se iluminó este jueves con la tradicional ceremonia del árbol de Navidad, un evento que marcó un momento especial para el presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris. Aunque Biden fue el único que se dirigió a la ciudadanía desde el escenario, Harris estuvo presente entre el público, acompañada por su esposo, Douglas Emhoff, y el mandatario dedicó unas palabras de bienvenida también en su nombre.
Esta ceremonia se celebró en un contexto político tenso, luego de que Harris y Biden perdieran las elecciones presidenciales de noviembre frente al expresidente Donald Trump. Desde entonces, la vicepresidenta ha mantenido un perfil bajo, aunque a finales de noviembre concluyó un descanso en Hawái, donde estuvo acompañada de su familia y asesores más cercanos.
En privado, Harris ha compartido con sus aliados que se encuentra evaluando dos opciones importantes para su futuro político: una posible candidatura a la presidencia en 2028 o la postulación para gobernadora de California en 2026.
La ceremonia de encendido del árbol fue breve y simbólica. El árbol elegido, un imponente abeto de 18.5 pies (casi 6 metros), provenía de Carolina del Norte, y había resistido el embate del huracán Helene. La granja de la familia Cartner, ubicada en Newland, fue la ganadora del concurso anual de la Asociación Nacional de Árboles de Navidad.
Con este evento, los Biden celebran su última Navidad en la Casa Blanca antes de que Trump asuma nuevamente la presidencia el 20 de enero de 2025. En su discurso, Biden reflexionó sobre el significado de la paz y la luz durante estas festividades, destacando el valor de la gratitud y el tiempo compartido con los seres queridos. “Que Dios bendiga a todos y proteja a nuestras tropas”, concluyó el mandatario.
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