Un bebé falleció tras ingerir fentanilo en la guardería Divino Niño, situada en el vecindario del Bronx en Nueva York, según informó la policía. Además, otros dos niños pequeños resultaron intoxicados por este opioide.
El niño de un año, Nicholas Dominici, nunca se despertó de su siesta en la guardería y fue descubierto por la policía el viernes 15 de septiembre por la tarde. Junto a él se encontraban una niña de 8 meses y un niño de 2 años, ambos inconscientes pero con signos vitales.
Los pequeños fueron revividos con Narcan, un medicamento utilizado para contrarrestar una sobredosis de drogas, y posteriormente fueron enviados a sus hogares. Sin embargo, un tercer niño de 2 años fue hospitalizado después de que su madre notara que estaba en estado de letargo al salir de Divino Niño.
Nicholas fue declarado fallecido en el Centro Médico Montefiore, mientras que los otros niños se recuperaban en el hospital, según reportó The New York Times.
El padre de Nicholas, Otoniel Feliz, compartió que esta era la primera semana de su hijo en esa guardería y que todavía se estaba adaptando. Nicholas era el menor de cinco hermanos.
¿Cómo llegó el fentanilo a sus cuerpos?
La policía de Nueva York encontró una prensa para drogas en la guardería, lo que llevó a la detención del propietario del lugar, Grei Mendez De Ventura, y de Carlisto Acevedo Brito, según informó el New York Post. Ambos enfrentan cargos de homicidio por negligencia, agresión y posesión de narcóticos, incluyendo fentanilo.
El dispositivo hallado por las autoridades se utiliza para mezclar fentanilo con otras sustancias estimulantes, como cocaína o heroína, lo que lleva a la primera hipótesis de los investigadores de que los niños inhalaron esta sustancia tóxica.
Peritos acudieron al lugar para realizar análisis científicos en las instalaciones y emitir un veredicto. Hasta el momento, se sabe que la prensa estaba al alcance de los niños.
En una conferencia de prensa celebrada el sábado, el alcalde Eric Adams destacó que la muerte de Dominici resalta los desafíos que la ciudad enfrenta en su lucha contra los opioides.
