El martes por la noche, legisladores en Texas aprobaron un proyecto de ley que facultaría a la policía para detener a inmigrantes que ingresen ilegalmente a Estados Unidos, según informó The Associated Press (AP). Según la agencia de noticias, esta medida permitiría a jueces locales ordenar a los inmigrantes abandonar el país.
El proyecto de ley, que se espera que el gobernador republicano Greg Abbott firme, se convertiría en una de las leyes de inmigración más rigurosas del país. Esta nueva legislación otorgaría a la policía de Texas, incluso a los agentes alejados de la frontera, la autoridad para arrestar a inmigrantes sospechosos de ingresar ilegalmente, considerado un delito menor, permitiendo que un juez ordene su salida del país.
La ley facultaría a la policía local y estatal para detener a migrantes sospechosos de cruzar ilegalmente a Texas y permitiría a jueces estatales ordenar deportaciones directas en lugar de iniciar un proceso judicial. Aquellos que se nieguen a ser deportados podrían enfrentar hasta 20 años de prisión. Además, la ley establecería dos nuevos delitos con penas de hasta 2 años de cárcel para quienes ingresen ilegalmente al estado.
A pesar de su aprobación, se anticipa que la ley enfrentará numerosas demandas, ya que se considera una iniciativa “ilegal”. La abogada de inmigración Ana Luisa Pablos señaló que las leyes migratorias son competencia exclusiva del gobierno federal, y la representante estatal Victoria Neave Criado coincidió en que deportar personas no es un poder de los estados, sino del Gobierno federal. Por otro lado, Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, expresó que aplicar la ley sería “casi imposible” en condados a lo largo de la extensa frontera con México, ya que los agentes carecerían de evidencia de cruces ilegales.