El asesinato del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, en una calle de Nueva York ha desencadenado una ola de amenazas contra otros ejecutivos de seguros de salud, trabajadores de la industria médica e incluso agentes de policía involucrados en el caso.
En los últimos días, carteles con el mensaje “Se busca” han aparecido en Manhattan, mostrando fotos de CEOs de al menos dos compañías de seguros de salud. Las imágenes los acusan de “negar atención médica para obtener ganancias corporativas”, una crítica que parece reflejar la indignación de algunos sectores hacia el sistema de atención médica en Estados Unidos.
La escalada de tensiones
Los carteles, que incluían palabras como “Negar”, “Defender” y “Deponer”, las mismas halladas en los casquillos de bala en la escena del crimen, han sido retirados en su mayoría, pero su impacto ha causado inquietud en el ámbito empresarial.
Además, Kathryn Wylde, directora de la organización Partnership for New York City, denunció que dos directores ejecutivos de otras industrias recibieron amenazas de ántrax y paquetes sospechosos con presuntas bombas. “Ningún CEO quiere estar en el centro de este debate porque siente que lo convierte en un objetivo”, comentó Wylde.
Un acto con impacto descomunal
Rebecca Weiner, subcomisionada de inteligencia y contraterrorismo del Departamento de Policía de Nueva York, calificó el asesinato de Thompson como un posible acto de terrorismo doméstico y advirtió sobre el riesgo de un “efecto contagio”.
“El asesinato ya se está reflejando en un torrente de vitriolo en línea y en la exaltación del sospechoso como un héroe”, dijo Weiner durante un evento en Washington, D.C. Este tipo de reacciones, aseguró, puede inspirar nuevos actos de violencia.
El sospechoso y las incógnitas
El principal acusado del asesinato, Luigi Mangione, un graduado de una universidad de la Ivy League, ha negado los cargos a través de su abogado. Sin embargo, el caso sigue generando controversia.
Aunque todavía no se ha identificado quién está detrás de los carteles amenazantes, el hecho refleja una creciente animosidad hacia la industria de los seguros médicos, percibida por algunos como responsable de la falta de acceso a atención médica asequible en el país.
Un problema que trasciende la industria
Las amenazas no se limitan a los líderes del sector de la salud. Según Wylde, el miedo se ha extendido a otros sectores empresariales, con directivos que buscan mantenerse fuera del foco público para evitar ser atacados.
El asesinato de Thompson y las amenazas subsecuentes han encendido un debate sobre el impacto de la violencia y el discurso radicalizado en la seguridad de los ejecutivos, la percepción pública de las grandes corporaciones y la creciente frustración con el sistema de atención médica estadounidense.
Imágen Cortesía: Infobae
