California, EE. UU. – El llamado ‘ciclón bomba’ ha dejado a su paso un rastro de destrucción en diversas zonas de la costa oeste de Estados Unidos, especialmente en California, donde los residentes enfrentan los estragos de intensas lluvias y vientos huracanados.
El fenómeno meteorológico, caracterizado por una rápida caída de la presión atmosférica, ha provocado la caída de árboles y postes de alta tensión, dejando sin electricidad a miles de hogares. Además, los fuertes vientos han arrancado techos, obstaculizado carreteras y generado múltiples emergencias en las comunidades afectadas.
La situación es particularmente grave en el noroeste de San Francisco, donde las autoridades han emitido una alerta de inundaciones que estará vigente hasta el sábado. Existe un alto riesgo de deslizamientos de rocas y flujo de escombros, lo que ha llevado a la evacuación preventiva en áreas vulnerables.
“El suelo ya está saturado por las lluvias recientes, y eso aumenta el peligro de deslizamientos y caídas de árboles”, explicó un portavoz del Servicio Meteorológico Nacional.
En varias ciudades, los equipos de emergencia trabajan contrarreloj para despejar las vías y restablecer el suministro eléctrico, mientras los residentes intentan proteger sus propiedades de las lluvias torrenciales. Algunos han recurrido a generadores y refugios temporales ante la falta de energía y las condiciones adversas.
El gobernador de California, Gavin Newsom, ha instado a la población a mantenerse alerta y evitar desplazamientos innecesarios, mientras el estado moviliza recursos para atender las emergencias.
Este tipo de ciclones, aunque no son frecuentes, han cobrado mayor intensidad en los últimos años, lo que expertos atribuyen a patrones climáticos extremos derivados del cambio climático.
Con las alertas aún activas, la prioridad de las autoridades es evitar pérdidas humanas y mitigar los daños en las comunidades más afectadas, que enfrentan días de incertidumbre mientras el ‘ciclón bomba’ sigue su curso.
Imágen cortesía: La Opinión