El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su escepticismo respecto a la posibilidad de que los estadounidenses voten por el gobernador de Texas, Greg Abbott, como vicepresidente de Estados Unidos, sugiriendo que su historial en políticas migratorias podría afectar su viabilidad electoral.
En una conferencia de prensa, el mandatario mexicano criticó la política antimigrante del gobernador republicano de Texas, señalando acciones como la construcción de alambradas con púas en el río, detenciones y el trato inhumano a los migrantes.
López Obrador afirmó que estas medidas parecían destinadas a posicionarse como candidato a la vicepresidencia, pero expresó dudas sobre el respaldo que Abbott podría obtener de los votantes estadounidenses con mayor iluminación sobre sus acciones.
El presidente también abordó la conexión histórica entre Texas y México, destacando la presencia de apellidos hispanos como González, Garza y Rodríguez en el estado, y sugiriendo que Abbott debería recordar la herencia mexicana de Texas.
Además, López Obrador anunció su intención de insistir con el presidente estadounidense en un plan de desarrollo para América Latina y el Caribe.
Propuso trabajar conjuntamente en un compromiso de inversión para la región y buscar acuerdos con países como Venezuela y Cuba, abogando por una nueva política basada en la buena vecindad. Reconoció que estas propuestas podrían no ser bien recibidas por los conservadores.