El condado de Los Ángeles enfrenta una tragedia sin precedentes debido a una serie de incendios forestales que avanzan sin control, dejando ya al menos cinco muertos, más de 1,100 edificios y negocios destruidos y miles de residentes evacuados. Las autoridades locales, incluidas el alguacil Robert Luna y el jefe de bomberos Anthony Marrone, han reportado la magnitud de la crisis, mientras los vientos de Santa Ana alimentan las llamas en diversas zonas del condado.
El incendio más mortal, conocido como Eaton Fire, comenzó la noche del lunes en Altadena, una comunidad del norte de Los Ángeles, y ha afectado con especial severidad a la vecina ciudad de Pasadena. A primera hora de este martes, las autoridades confirmaron la muerte de cinco personas, luego de que en un primer momento se informara de dos víctimas fatales. Además, más de 4,200 hectáreas de terreno han sido consumidas por el fuego, y se estima que cientos de viviendas han quedado reducidas a escombros.
El impacto de las llamas no se limita solo a la zona de Pasadena. En total, más de 1,100 edificios, incluyendo viviendas y negocios, han sido destruidos en diversas localidades del condado. Las intensas ráfagas de viento, que alcanzan velocidades peligrosas, están dificultando las labores de extinción y aumentando el alcance de los incendios.
Otro de los focos más graves es el incendio de Palisades, que comenzó el martes en una de las áreas más exclusivas de Los Ángeles y ya ha arrasado con 39,121 hectáreas. Aunque no se han registrado muertes en esta área, el jefe de bomberos del condado, Anthony Marrone, informó que varios residentes que no evacuaron han sufrido heridas graves. Hasta el momento, se estima que cerca de mil estructuras han sido destruidas por las llamas en esta zona.
Además, el Hurst Fire en Sylmar, al norte de la ciudad, ha ganado terreno rápidamente, quemando al menos 1,700 hectáreas en las últimas horas. La situación es crítica en toda la región, y más de 150,000 personas se encuentran bajo orden de evacuación obligatoria. Los esfuerzos de contención han sido infructuosos hasta ahora, y según el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire), ninguno de los incendios activos presenta un porcentaje significativo de contención.
La emergencia ha desbordado los recursos locales, y las autoridades piden colaboración de otras regiones para hacer frente al desastre. El estado de California sigue bajo una constante amenaza de incendios, mientras los bomberos y equipos de rescate luchan por controlar los fuegos en medio de condiciones extremadamente adversas.
Los habitantes de la región se enfrentan a una incertidumbre alarmante, mientras las autoridades advierten que la amenaza de nuevos incendios y la propagación de los actuales sigue siendo alta. Se espera que los vientos de Santa Ana, que son conocidos por su intensidad y capacidad para avivar los fuegos, continúen afectando la región en los próximos días.
FOTO CORTESÍA: LASEXTA