El video de una cámara de seguridad registró el momento en que tres hombres armados se bajan de un auto, corren hacia a un grupo de adolescentes y les disparan en múltiples ocasiones.
Ocho adolescentes resultaron heridos el miércoles por la tarde al ser baleados en un incidente que involucró un autobús de Filadelfia, informaron las autoridades, en el cuarto tiroteo en el sistema de transporte de la ciudad en los últimos cuatro días.
Poco antes de las 3 de la tarde se registraron varias llamadas al número de emergencias 911 sobre un “tiroteo masivo en la autopista cerca de Dunkin Donuts” en el noreste de Filadelfia, de acuerdo con la portavoz de la policía Tanya Little. Cuando llegaron, los agentes de la policía encontraron a varias personas con heridas de bala.
“Estudiantes de la escuela secundaria Northeast estaban esperando un autobús, y cuando el vehículo se detuvo alrededor de las 3 de la tarde, tres personas realizaron más de 30 disparos desde un automóvil”, dijo Kevin Bethel, comisionado de policía de la ciudad, durante una conferencia de prensa el miércoles por la tarde. “Ocho estudiantes fueron baleados, con edades comprendidas entre los 15 y los 17 años. Uno se encuentra en estado grave”.
Los heridos fueron trasladados al Centro Médico Einstein y al Hospital Jefferson Torresdale, de acuerdo con John Golden, portavoz de la Autoridad de Transporte del Sureste de Pensilvania (SEPTA, por sus siglas en inglés). Dos autobuses, uno de la Ruta 18 y otro de la Ruta 67, fueron alcanzados por las balas, pero no había reportes de heridos.
Los supervisores de enfermería del hospital se negaron a hacer comentarios sobre las condiciones de los pacientes que recibieron, o no respondieron de momento un mensaje en busca de comentarios.
Monique Braxton, subdirectora de comunicaciones del distrito escolar de Filadelfia, dijo que el tiroteo se produjo cerca de la primaria Crossan. La secundaria Northeast, que cuenta con más 3.000 estudiantes, se encuentra a kilómetro y medio (una milla) de distancia de donde se produjo el incidente y es la escuela secundaria pública más grande de la ciudad.
La escuela primaria estaba despidiendo a los alumnos en ese momento, pero los devolvió al interior e implementó un cierre total, añadió. Más tarde, la policía indicó que todo estaba bajo control.
La alcaldesa de Filadelfia, Cherelle Parker, presente en el lugar de los hechos junto con el comisario de policía, el fiscal de la ciudad y el superintendente de la escuela, dijo que quería que los habitantes de la ciudad supieran que “no seremos rehenes, que utilizaremos todas las herramientas legales a nuestro alcance para garantizar la salud y la seguridad pública de los habitantes de nuestra ciudad”.
El superintendente Tony Watlington Sr. declaró que las autoridades estaban “desconsoladas y furiosas por el hecho de que niños inocentes que volvían a casa de la escuela se vieran afectados por la violencia armada, y estamos de acuerdo con la alcaldesa: Ya basta”.