El gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, ha declarado el estado de emergencia para ocho condados del sur del estado, incluyendo Los Ángeles, debido a una tormenta invernal que se prevé establezca récords de lluvia y nieve. Los condados afectados son Orange, Riverside, San Bernardino, San Diego, San Luis Obispo, Santa Bárbara y Ventura. Esta declaración facilita el despliegue de recursos y la utilización de la Guardia Nacional de California.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) de Los Ángeles ha emitido una vigilancia de inundaciones para toda la región metropolitana. El gobernador Newsom no descarta ampliar la declaración de emergencia a otras áreas afectadas en el estado.
En una conferencia de prensa, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, describió la tormenta como un “evento climático grave”, advirtiendo sobre la posibilidad de una tormenta histórica con vientos fuertes, tormentas eléctricas e incluso tornados breves.
En el condado de Ventura, residentes de varias ciudades han sido evacuados debido al peligro de inundaciones. Miles de personas permanecen en alerta por posibles inundaciones repentinas, especialmente en áreas afectadas por incendios y zonas costeras desde la frontera con México hasta el norte de la Bahía de San Francisco.
El NWS ha señalado que la tormenta podría establecer récords históricos de lluvia acumulada, superando los 15 centímetros. Se advierte sobre posibles problemas de flujo de lodo, escombros y desbordamientos de ríos y arroyos locales debido a las intensas lluvias en un corto período.
En el área de la Bahía de San Francisco y Sacramento, ya se han reportado apagones, con una advertencia de viento emitida por el NWS con “fuerza de huracán”. Avisos de fuertes vientos, alcanzando hasta 100 kilómetros por hora, están vigentes para casi 30 millones de personas en áreas del interior en todo el estado.
Las estribaciones y montañas, que esperan registros de nieve récord, podrían experimentar ráfagas de viento de cerca de 150 kilómetros por hora.