Estados Unidos

Tras los $84 millones del juicio de E. Jean Carroll, Trump puede recibir una multa aún mayor

Se espera que dentro de unos días, el juez del caso civil en la Corte Suprema de Nueva York debe decidir sobre las sanciones en metálico y contra las empresas de Trump, que podrían significar otro duro golpe tras el revés en el caso de la demanda por difamación de la escritora E. Jean Caroll.

En cuestión de días, un juez de Nueva York emitirá una decisión sobre las sanciones financieras en el caso de fraude civil presentado por la fiscal general de Nueva York, que ha solicitado que se ordene al expresidente Donald Trump y sus empresas pagar $370 millones por presuntamente tergiversar los valores de sus activos comerciales.

El juez Arthur Engoron, de la Corte Suprema del estado, dijo que antes del 31 de enero emitirá una sentencia en la que se espera que decida sobre la multa en metálico y sanciones contra los negocios de Trump en el estado.

El pasado viernes Trump obtuvo un duro revés judicial cuando un jurado de Nueva York le ordenó pagar la suma de 83.3 millones de dólares a la escritora E. Jean Carroll por el caso de difamación que ella entabló contra él.

En el caso de la demanda civil, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, acusa a Trump de hacer repetidas declaraciones falsas en los estados financieros de sus negocios a los prestamistas, sumándose así a una corta lista de estafadores, timadores y otras personas que han sido castigadas con la pena máxima por violar la poderosa ley antifraude de Nueva York.

James pide que se prohíba a Trump hacer negocios en Nueva York y pagar 370 millones de dólares, por intereses ahorrados y otras “ganancias mal habidas”. Pero la sanción podría ser aún mayor.

¿Ordenarán disolver las empresas de Trump en Nueva York?

Hace al menos dos años, la Organización Trump dejó de enviar cifras financieras exageradas sobre su patrimonio neto al Deutsche Bank y a otras entidades, pero un supervisor designado por lacorte señaló que eso solo ocurrió después de que fuera demandado y que otros documentos financieros seguían conteniendo errores y tergiversaciones.

Aunque el banco ofreció a Trump tasas de interés más bajas porque había aceptado garantizar personalmente los préstamos con su propio dinero, no está claro cuánto bjaron los intereses debido a las cifras infladas.

El banco nunca se quejó y no está claro cuánto perdió, si es que perdió algo. Los funcionarios del banco llamados a declarar no pudieron decir con seguridad si la declaración personal de valor de Trump tuvo algún impacto en los intereses.

En septiembre pasado, el juez Engoron dictaminó que Trump había cometido fraude y que debían revocarse los certificados estatales necesarios para gestionar muchas de sus empresas en Nueva York.

Engoron dijo que Trump debería perder el control de esas empresas, que son las propietarias oficiales de su sede en la Quinta Avenida y de otras propiedades emblemáticas, y entregarlas a un administrador judicial que gestione su “disolución”.

Lo que el juez no aclaró es qué entendía por “disolución”, si se refería a la liquidación de las entidades que controlan las propiedades o a las propiedades en sí. Preguntado específicamente en el juicio sobre si los edificios de Trump se venderían literalmente como en una quiebra, Engoron dijo que lo aclararía más adelante.

La fiscalía nunca ha pedido la venta de las propiedades de Trump. Dijo uno de colaboradores de James, Kevin Wallace, dijo en su alegato final: “No creo que busquemos nada que provoque la liquidación del negocio”.

Expertos legales citados por la AP, infieren que la disolución planteada por el juez Engoron significa despojar al magnate inmobiliario no solo de sus propiedades en Nueva York, como la Torre Trump y su rascacielos 40 de Wall Street, sino también de su club Mar-a-Lago en Florida, un hotel y un edificio de condominios en Chicago, y varios clubes de golf, incluidos los de Miami, Los Ángeles y Escocia.

Y otros casos contra Trump por decidirse

Trump, el favorito en el partido republicano a la nominación presidencial, ha centrado su ira por la posibilidad de perder sus negocios tanto en la fscal James como en el juez Engoron.

En la red Truth Social, el exmandatario ha llamado al juez Engoron “de extrema izquierda” y “odidador de Trump”, además de: “Tristemente, el juez con más decisiones anuladas en apelación del estado de Nueva York”.

En la última presentación en corte en enero de este año, el expresidente volvió a arremeter contra el juez y la fiscal aún cuando existía la orden de no dar “un discurso de campaña”.

El exmandatario se puso de pie y, sin subir al estrado, habló por casi seis minutos para repetir el discurso de que el caso es una supuesta persecución política. “Esta fue una cacería de brujas política”, dijo Trump, afirmando que debería ser él quien recibiera dinero “por daños y perjuicios”, agregó.

Aparte de este caso, tambien se espera un fallo de la corte de apelaciones federales en D.C. sobre si Trump tiene inmunidad contra el enjuiciamiento penal por presuntamente haber alentado el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2020.

Además, en Atlanta, donde la fiscal del distrito Fani Willis ha presentado cargos contra Trump y más de una docena de personas, hay una fecha límite hasta el viernes para que el fiscal responda a las acusaciones de que ella abusó de su posición al tener una relación romántica con un subordinado que contrató para trabajar en el caso, Nathan Wade.

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