El jefe de la oficina del Instituto Nacional de Migración de Chiapas explicó que los migrantes de la caravana serán trasladados de forma voluntaria al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, que presta servicio de asistencia social.
El gobierno de México consiguió disolver la caravana de migrantes que se encontraba en Chiapas desde finales de diciembre tras comprometerse a procesar a sus integrantes y eventualmente otorgarles algún tipo de documento que les permita estar legal en ese país.
El jefe de la oficina del Instituto Nacional de Migración (INM) de Chiapas, Roberto González López, explicó que los casos de los extranjeros que conformaban la caravana serán trasladados al Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), que presta servicio de asistencia social.
El grupo de migrantes, que llevaba nueve días de marcha en la que llegó a considerarse la mayor caravana de 2023, aceptó subirse a los autobuses del INM de forma voluntaria, con prioridad para los niños, madres, mujeres y personas vulnerable.
Según un reporte de EFE, hasta la noche del martes más de 600 migrantes habían aceptado subirse a unos 12 autobuses y las autoridades continuaban organizando a las familias para ser trasladadas.
De primeras, algunos migrantes hombres que viajaban solos rechazaron ser trasladados, porque querían seguir caminando hacia Pijijiapan, informó EFE.
La caravana, formada por unos 6,000 migrantes, partió en Nochebuena desde la localidad de Tapachula, en la frontera con Guatemala, y durante cinco días recorrió unas 62 millas en el estado de Chiapas hasta llegar al poblado de Mapastepc, donde se paró ya con la mitad de sus integrantes.