México ya ha deportado muchos menos inmigrantes este año que en los últimos años. De enero a octubre, el gobierno deportó a 51,000 inmigrantes, frente a casi 122,000 en todo el año pasado y más de 130,000 en 2021.
El jefe del Instituto Nacional de Migración de México, Francisco Garduño, ordenó la suspensión de las deportaciones y traslados de migrantes por falta de fondos en medio de un año récord de migración por el territorio del país.
Las suspensiones fueron descritas en un memorando del INM fechado el 1 de diciembre del director Garduño, cuya autenticidad fue confirmada a la AP por un funcionario de la agencia que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a discutir el tema.
Según el memorando, la Secretaría de Hacienda de México suspendió los pagos al INM en noviembre debido a ajustes presupuestarios de fin de año.
Citando restricciones presupuestarias “y la falta de liquidez para cubrir los compromisos”, Garduño ordenó detener varias actividades de la agencia, en particular los “retornos asistidos”, un eufemismo gubernamental para describir las deportaciones, y el “transporte terrestre para el traslado de migrantes irregulares”.
“Uno quiere lograr su sueño”: cientos de inmigrantes esperan en La Joya, Texas, ser procesados por la Patrulla Fronteriza.
El gobierno de México había estado trasladando con frecuencia a migrantes desde puntos del norte cerca de la frontera con Estados Unidos hacia lugares en el sur, en parte para aliviar la presión sobre las ciudades fronterizas pero también para agotar a los migrantes, según sus defensores.