Estados Unidos

Este proyecto de ley bipartidista impulsa una reforma migratoria que ayude a niños

Hay 62,000 casos pendientes en cortes migratorias que afectan a menores que cruzaron la frontera sin sus padres y ahora deben defenderse solos. Así les ayudaría este nuevo plan.

Un inusual proyecto de ley bipartidista busca convertir las cortes migratorias en un sistema más amigable y navegable para los niños migrantes que llegan solos a Estados Unidos.

Hay 62,000 casos pendientes en cortes de inmigración de Estados Unidos relacionados con niños que cruzaron la frontera sin sus padres, y muchos de estos menores tienen que defender su derecho a permanecer en el país con abogados preparados solo para adultos y ante jueces que pueden no entender su situación particular.

Los datos del Departamento de Justicia indican que casi la mitad se defienden de la deportación sin representación legal. A veces, niños demasiado pequeños para comunicarse se ven sentados ante jueces que no están capacitados para tratar casos tan delicados.

El Proyecto de Ley de Eficiencia de los Tribunales de Inmigración y los Tribunales de Menores fue presentada en el Senado el miércoles por el demócrata Michael Bennet y la republicana Lisa Murkowski, y en la Cámara de Representantes por miembros de ambos partidos.

Pretende dar una formación especial a los jueces de inmigración y permitirles ver un enfoque sólo para niños. También garantizaría que los menores reciban “un trato adecuado a su edad”, y que se les ponga en contacto con organizaciones de servicios jurídicos.

Bennet, que formó parte de la conocida como banda de los ocho senadores bipartidistas que redactaron un (fallido) proyecto de ley de reforma migratoria en 2013, la última vez que el Congreso se acercó a la aprobación de una reforma integral, dijo que “esta es una pequeña manera de que podamos hacerlo más humano y eficiente respecto a algunas de las personas más vulnerables”.

La cadena de noticias NBC News fue testigo en junio de primera mano de lo que el proyecto de ley espera recrear en los tribunales de inmigración de todo el país.

La jueza Kathleen Reilly presidía una sala de Hyattsville (Maryland), donde todos los migrantes de la sesión matinal habían entrado en el país como menores no acompañados. Algunos fueron traídos por sponsors adultos; otros ahora son adultos; y algunos se unieron a distancia por video, pero casi todos con abogados para defenderse.

Reilly indicó a una joven que debía buscar un abogado y volver más tarde para otra audiencia. A otros les explicó sus derechos y lo que significaría optar por la salida voluntaria o seguir adelante con sus casos, lo que podría acabar en órdenes de deportación u “orden final de expulsión”.

En el fondo de la sala, un representante local de una organización de defensa legal, Kids in Need of Defense (KIND, en inglés), se mantenía a la espera para determinar qué casos podrían necesitar asistencia legal adicional. En algunas salas como esta, a los niños pequeños se les ofrecen ositos de peluche.

En respuesta a la presentación del proyecto de ley, la presidenta de KIND, Wendy Young, explicó que los tribunales de inmigración “fueron diseñados para adultos y no reconocen la vulnerabilidad única de los niños no acompañados”.

Young aseguró que existen otros entornos judiciales en los que intervienen niños, pero que cuentan con estructuras separadas que reconocen los niveles de desarrollo de los menores y sus difíciles circunstancias. “Los tribunales de inmigración deberían seguir ese ejemplo para crear un entorno más favorable a los niños y que mejore su acceso a las garantías procesales”.

Bennet apuntó que el proyecto tiene como objetivo hacer que el proceso no sólo sea más humano para los niños, sino también más eficiente ya que, si los menores se ponen en contacto con abogados en una fase más temprana del proceso se retrasarán menos casos, mismos en los que los jueces pueden centrarse y así, según los impulsores del proyecto, se “combatiría el retraso de los tribunales de inmigración”, que asciende a más de 2.7 millones de casos.

Bennet se mostró esperanzado en que el proyecto de ley sea aprobado porque ya ha alcanzado el estatus de ser bipartidista y bicameral, un logro poco frecuente para la legislación en el clima político actual, especialmente en el tema de la inmigración. Pero, argumentó, independientemente de si se aprueba o no, Estados Unidos necesita más jueces de inmigración para hacer frente a la acumulación de casos pendientes.

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