Rubiales, acompañado por sus tres hijas, asegura: “El deseo que podía tener en ese beso era exactamente el mismo que el que podía tener dándole un beso a una de mis hijas. Por lo tanto, no hay deseo y no hay posición de dominio. Fue un beso espontáneo, mutuo y eufórico”.
El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, anunció este viernes que no renunciará a su cargo, tal y como la prensa española dicho adelantado que haría la noche anterior, pese a las críticas por su beso no consentido a la jugadora Jenni Hermoso tras ganar el pasado 20 de agosto la final de la Copa del Mundo femenina disputada en Australia y Nueva Zelanda.
En un discurso desafiante, Rubiales insistió en que el beso había sido “mutuo”, según reporta el diario El País, atribuyó las críticas y denuncias a una “caería” y un “falso feminismo” y se atrincheró: “No voy a dimitir”.
Tras escuchar su discurso, el Consejo Superior de Deportes, que depende del Gobierno español, dijo que llevaría el caso al Tribunal Administrativo del Deporte y pediría su suspensión por una falta muy grave. La Federación Internacional de Fútbol (FIFA) dijo el jueves además que abrió una investigación a Rubiales por el beso.