Moore, Oklahoma, 21 de abril de 2025 – Un sistema de tormentas de lento movimiento desencadenó este fin de semana una serie de tornados, lluvias torrenciales y granizo de gran tamaño en Texas y Oklahoma, dejando al menos dos fallecidos, inundaciones significativas y daños estructurales en varias comunidades.
El sábado se registraron 17 tornados en ambas regiones, según Bob Oravec, meteorólogo del Centro de Predicción Meteorológica del Servicio Meteorológico Nacional. Cinco de estos tornados, incluido uno de categoría EF1, impactaron el centro-sur de Oklahoma, afectando especialmente a la ciudad de Ada, que aún se recuperaba de un tornado en marzo. En Ada, de unos 16,000 habitantes, el nuevo tornado dañó edificios, arrancó tejados, destrozó líneas eléctricas y derribó árboles, según Jason Keck, director de gestión de emergencias local.
En Moore, Oklahoma, las inundaciones repentinas causaron la tragedia. La policía reportó decenas de incidentes por crecidas de agua, incluyendo el caso de un vehículo arrastrado bajo un puente el sábado por la noche. Aunque se rescató a varias personas, una mujer y un niño de 12 años fueron hallados sin vida. “Fue un fenómeno meteorológico histórico que afectó carreteras y provocó decenas de incidentes por inundaciones”, declaró la policía de Moore, una ciudad de aproximadamente 63,000 habitantes.
En el condado rural de Marshall, Oklahoma, un tornado recorrió entre 10 y 11 kilómetros, dañando al menos 20 viviendas, algunas completamente destruidas, según Bill Macon, director de gestión de emergencias. A pesar de la devastación, no se reportaron heridos ni fallecidos en esta zona, donde el tornado derribó árboles y postes eléctricos.
En Texas, el condado de Parker fue golpeado por al menos dos tornados el sábado, causando cortes de electricidad y daños significativos, según los servicios de emergencia. Las tormentas dejaron entre 5 y 10 centímetros de lluvia en una amplia franja desde el centro-norte de Texas hasta el centro-este de Oklahoma.
El sistema de tormentas se desplaza ahora hacia el noreste, amenazando a Arkansas, Missouri y el sureste de Iowa con granizo, vientos fuertes y posibles tornados, según Oravec. Aunque las lluvias intensas comenzaron a disminuir en Texas y Oklahoma el domingo, se esperan más precipitaciones en las llanuras esta semana, lo que podría agravar el riesgo de inundaciones debido a los suelos saturados y los ríos crecidos.
Las autoridades instan a los residentes a mantenerse alerta y seguir las advertencias meteorológicas, mientras las comunidades afectadas inician la evaluación de daños y las labores de recuperación.
Imágen cortesía: The Dallas Morning Show
