Estados Unidos

Donald Trump endurece su postura sobre inmigración en campaña presidencial de EE.UU.

Por [Iván Medina]

Washington, D.C., 4 de noviembre de 2024 — En su camino a las elecciones presidenciales, Donald Trump ha colocado la inmigración y el control fronterizo como uno de los temas centrales de su campaña, retomando y reforzando sus políticas de línea dura que ya habían sido prominentes durante su mandato anterior. Trump ha instado con éxito a los legisladores republicanos a bloquear acuerdos bipartidistas sobre la frontera, y en febrero visitó la frontera sur, donde resaltó sus propuestas para frenar la inmigración ilegal.

En una columna de opinión en el Des Moines Register de enero, antes de ganar las primarias de Iowa, Trump subrayó su compromiso de usar todas las herramientas legales disponibles, incluyendo la Ley de Enemigos Extranjeros, para deportar a pandilleros, traficantes de drogas y miembros de cárteles, ya sean conocidos o sospechosos. Este enfoque se suma a su propuesta de transferir responsabilidades de agencias federales clave como la DEA, ATF, FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) hacia el cumplimiento de la ley migratoria, lo que podría redefinir la estructura de la aplicación de la ley en Estados Unidos.

La mayor operación de deportación interna en la historia de EE.UU.

Trump ha ido más allá en sus promesas de campaña al anunciar en un video publicado en Truth Social su intención de llevar a cabo la operación de deportación interna más grande en la historia del país. Esta ambiciosa iniciativa incluye el uso de la Guardia Nacional y, en caso de ser necesario, el despliegue de las fuerzas armadas para asistir en las deportaciones masivas. Trump afirma que las leyes que limitan el uso del ejército dentro del país no se aplicarían en esta situación, lo que podría abrir una controversia legal sobre el rol militar en asuntos civiles.

A pesar de esta postura de mano dura, Trump introdujo un matiz en junio al proponer una política que otorgaría automáticamente la “green card” a ciudadanos extranjeros graduados de universidades estadounidenses. Esta propuesta, aunque atípica dentro de su línea de freno a la inmigración, muestra que Trump también está dispuesto a retener el talento extranjero que contribuya a la economía y tecnología de Estados Unidos.

Foco en el conflicto de Oriente Medio

Tras el estallido del conflicto entre Israel y Hamas, Trump prometió cancelar las visas de aquellos considerados “simpatizantes de Hamas”, en una medida dirigida a quienes tengan conexiones o afinidades con grupos que él considera amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos.

La realidad de las deportaciones masivas

Aunque Trump asegura que su plan afectaría a entre 15 y 20 millones de personas, cifras recientes del Pew Research Center estiman que el número de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos ronda los 11 millones. Esta diferencia de cifras podría plantear preguntas sobre el alcance y la viabilidad de su propuesta.

Un enfoque divisivo que marca la campaña

A pocos meses de las elecciones, Trump sigue reforzando su narrativa de seguridad fronteriza y control migratorio, un enfoque que ha movilizado a sus seguidores y ha intensificado el debate sobre la política migratoria de Estados Unidos. Sin embargo, las controversias legales y los cuestionamientos sobre los efectos de estas políticas en el tejido social del país serán factores críticos que probablemente definan el futuro de esta ambiciosa agenda migratoria en un contexto electoral cada vez más polarizado.

Imágen cortesía: Rebecca Noble

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