Washington, D.C. A medida que se acercan las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, ha intensificado su enfoque en la política migratoria, uno de los temas clave de la contienda. En un esfuerzo por diferenciarse de su principal oponente, el expresidente Donald Trump, Harris ha presentado sus propuestas para abordar la inmigración, una cuestión que ha dominado el debate político en el país durante años.
Trump, quien se postula como candidato presidencial republicano, mantiene una ventaja en los sondeos sobre el manejo de la inmigración. Según una encuesta de CNN realizada por SSRS y publicada a finales de septiembre, un 49% de los votantes probables confía en Trump para manejar este tema, en comparación con el 35% que apoya a Harris. Consciente de esta desventaja, la vicepresidenta ha lanzado una serie de propuestas para ganar terreno entre los votantes indecisos.
Primer viaje a la frontera como candidata
El pasado 27 de septiembre, Harris realizó su primer viaje a la frontera con México como candidata presidencial, una visita que marcó un punto decisivo en su campaña. Desde Arizona, uno de los estados más afectados por la migración irregular, la vicepresidenta destacó su compromiso de reforzar la seguridad fronteriza, asegurando que su gobierno tomaría “más medidas para mantener cerrada la frontera entre puertos de entrada”.
Prohibición de entrada por cinco años
Una de las principales propuestas de Harris es implementar una prohibición de entrada a Estados Unidos por cinco años para aquellas personas que sean detenidas intentando cruzar la frontera de manera irregular. Según Harris, esta medida es parte de un enfoque más amplio para disuadir la migración ilegal, al tiempo que busca modernizar el sistema migratorio y ofrecer vías legales para quienes buscan una mejor vida en el país.
Además, la candidata demócrata ha señalado que el problema de la inmigración ha “languidecido durante décadas” sin soluciones definitivas, por lo que su administración trabajaría en una reforma migratoria integral que incluya la regularización de los inmigrantes indocumentados que ya residen en el país.
A medida que la campaña electoral entra en su recta final, la inmigración promete seguir siendo un tema central en el debate entre Harris y Trump, quienes representan visiones contrastantes sobre cómo abordar este complejo desafío.
Imágen cortesía de: El País
