NUEVA YORK — La música de Sean “Diddy” Combs ha visto un notable incremento en sus reproducciones desde su arresto y acusación formal la semana pasada. Según la compañía de análisis musical Luminate, las reproducciones bajo demanda del artista, conocido también como Puff Daddy y P. Diddy, aumentaron un promedio del 18.3% durante la semana de su arresto en comparación con la semana anterior.
George Howard, profesor de gestión de negocios musicales en el Berklee College of Music, explica que este fenómeno no es sorprendente. “El streaming se asemeja a una búsqueda en Google del artista; la gente busca entender las circunstancias alrededor de los cargos”, señala. Según Howard, la música de Diddy se convierte en una pieza de información en un contexto de curiosidad por las acusaciones.
Howard también apunta que muchas personas consideran a Combs más como un hombre de negocios que como músico, especialmente dado que ya no está vinculado a algunas de sus empresas, como Revolt TV y la vodka Ciroc. “La curiosidad natural que provocan estos cargos es comprensible; es como detenerse a mirar un accidente automovilístico”, añade.
Este aumento en las cifras de streaming tras controversias no es un fenómeno aislado. Por ejemplo, después de un documental sobre R. Kelly que lo acusó de conducta sexual inapropiada, sus reproducciones casi se duplicaron. Howard sugiere que la “anonimización” del streaming contribuye a este fenómeno, facilitando que las personas escuchen música de artistas envueltos en polémicas sin la misma carga social que comprar un disco físicamente.
El caso de Diddy resalta cómo las controversias pueden impactar la percepción y el consumo de la música, reflejando una curiosidad humana por entender las complejidades de los artistas en el centro de las polémicas.
Imágen cortesía de: The New York Times