Después de un receso estival de seis semanas, los legisladores regresan al Capitolio este lunes con un desafío crucial a la vista: evitar un posible cierre del gobierno. El tiempo es escaso, ya que solo tienen tres semanas para resolver la crisis antes de que los fondos gubernamentales se agoten el 30 de septiembre.
El expresidente Donald Trump ha instado a los republicanos a forzar un cierre a menos que se satisfagan sus demandas, lo que podría tener serias consecuencias. Un cierre implicaría el cierre de agencias federales y parques nacionales, limitaría los servicios públicos y afectaría a millones de trabajadores en un momento crítico, justo antes de las elecciones.
La situación se complica aún más por el contexto político en evolución. A finales de julio, cuando la Cámara de Representantes comenzó su receso, el presidente Joe Biden había retirado su candidatura presidencial, dejando a los demócratas en proceso de seleccionar a la vicepresidenta Kamala Harris como su nueva candidata. Mientras tanto, los republicanos están preparando un ataque renovado contra Harris y su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota Tim Walz, enfocándose en temas que incluyen seguridad fronteriza y la retirada de Afganistán.
El Congreso enfrentará una carrera contra el reloj para evitar el cierre y abordar estos temas políticos antes de las elecciones, en un escenario que promete ser de alta tensión y gran impacto.
