Biden invocó sus poderes presidenciales para emitir una orden ejecutiva que restringe el asilo. Dos funcionarios del DHS confirmaron que el mismo día en que entró en vigor ya ocurrieron las primeras deportaciones.
Abigaíl Castillo estaba a punto de cruzar ilegalmente la frontera de Estados Unidos cuando se enteró de que el presidente Joe Biden iba a suspender el asilo. Continuó de todos modos, caminando horas por las montañas al este de San Diego con su hijo pequeño, esperando que no fuera demasiado tarde.
“Escuché que iban a hacerlo o estaban a punto de hacerlo”, dijo Castillo, de 35 años, el miércoles mientras ella y su hijo eran escoltados a una camioneta de la Patrulla Fronteriza junto con unas dos docenas de personas más de Brasil, Ecuador y su aldea en el estado de Oaxaca, en el sur de México, de donde dice que salió porque estaba sumida por la violencia.
Pero no cumplieron el plazo y quedaron sujetos a la nueva norma de deportación.
La sensación de incertidumbre prevalece entre muchos inmigrantes después de que Biden invocara poderes presidenciales para detener el procesamiento de las peticiones de asilo cuando los arrestos por cruces ilegales superan los 2,500 de media en siete días. La medida entró en vigor a las 12:01 am (hora del este) del miércoles porque se alcanzó ese umbral.
Sergio Franco, que abrazaba a su bebé después de un viaje de casi dos meses desde Ecuador, caminando por la peligrosa selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, dijo que confiaba en que prevalecería en su súplica de encontrar un lugar seguro en Estados Unidos.
“Si tenemos pruebas, no debería haber ningún problema”, dijo mientras subía a la camioneta con Castillo y los demás.
Mientras el grupo se alejaba, varios inmigrantes de India caminaron hasta la misma zona polvorienta cerca de una tienda de armas en la ciudad de Dulzura, una de las varias que han aparecido durante el último año en las remotas afueras rurales de San Diego para que los inmigrantes se entreguen a los agentes de la Patrulla Fronteriza. No había agua ni baños y, casi, tampoco sombra.
Después llegaron varias mujeres guatemaltecas. Entre ellas se encontraba Arelis Alonzo López, quien dijo que tenía casi cinco meses de embarazo y había caminado durante dos noches. Un agente de la Patrulla Fronteriza le preguntó cómo se sentía. “No puedo soportar más”, respondió.
Suspensión temporal al asilo decretada por Biden
El asilo permanece suspendido hasta que el promedio de arrestos diarios caiga por debajo de 1,500 durante una semana consecutiva. El último mes en el que los cruces fueron tan bajos durante tanto tiempo fue en julio de 2020, durante lo peor de la pandemia de covid-19.
Los migrantes que expresen temor por su seguridad si son deportados serán examinados por funcionarios de asilo estadounidenses, pero bajo un estándar más alto que el vigente hasta ahora. Si aprueban, pueden quedarse para buscar otras formas de protección humanitaria, incluidas las establecidas en la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura.
Hay serias dudas sobre si la nueva medida introducida por Biden podrá detener las entradas de inmigrantes a gran escala. México ha aceptado recibir de regreso a inmigrantes que no sean mexicanos, pero solo en números y nacionalidades limitados. Y la administración Biden no tiene el presupuesto ni el apoyo diplomático que necesita para deportar a migrantes a largas distancias, como India.